"El mal es tan solo un punto de vista"
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Son las 4:30 pm y acabo de llegar a casa con mi hermano Alexander, después de haber atravesado la enorme lluvia que azotaba a la tarde, pero al llegar notamos que mis padres no estaban, lo cual era raro porque siempre estaban cuando llegábamos del instituto, a lo que procedimos a llamarlos para preguntar por qué no se encontraban en casa, recibiendo como respuesta un -Hoy tenemos una junta y llegaremos más tarde de lo normal, en el primer cajón de la mesa de noche hay dinero para que pidan algo de comer, por favor estén pendientes el uno del otro. Ustedes saben a qué me refiero… – con una voz llena de estrés y afán.
Después de haber hablado con mis papás,
mi hermano Alex subió a su cuarto, supongo a cambiarse, seguido de esto decidí
subir yo y al llegar escuché un -Misael- con la voz de mi hermano proveniente
desde el baño a lo que respondí –¿Qué necesitas? – recibiendo como respuesta -
¿Con quién estás hablando? - en un tono de extrañes y proveniente desde el cuarto
de mi hermano al cual lo vi asomado en la puerta observándome con rareza, pues
el baño y el cuarto de alexander quedan en lados opuesto.
Al notar esto me confundí bastante,
pero supuse que mis sentidos me habían engañado por lo que dije -nada, olvídalo-
y cada uno nos dirigimos para nuestro cuarto.
Al entrar a mi cuarto decidí cambiarme
y acomodar algún que otro desorden de mi cama, escritorio y armario, por lo que
lo primero que hice fue sacar la ropa que me iba a poner dejando el armario
entre abierto, mientras hacia esto escuche unos ruidos provenientes del
armario- ¿Ahora que será? -murmure, pero no puse mucha atención, al cabo de muy
poco tiempo volvió a sonar y volví a murmurar - ¿Qué es lo que suena? -.
Cuando decidí echar un vistazo para
buscar la fuente del ruido vi que algo alumbro en la oscuridad de ese armario.
Parecía una sonrisa, pero no lo lograba distinguir, no quería acercarme, pues
ya estaba empezando a temblar así que decidí con pasos lentos retroceder,
cuando de momento y sin previo aviso la vi salir.
Empezó a salir lentamente del armario, era una entidad enorme, tan alta que al salir del armario tuvo que encorvarse al llegar al techo. No veía su rostro porque estaba desfigurado, balbuceaba algo, pero no lograba entenderle, su forma era indescriptible, -proviene del infierno mismo- pensé a mis adentros, sus manos se querían acercar a mi para arrastrarme a esa fría y lúgubre oscuridad la cual encerraba mi armario.
Estaba tan asustado por lo que tropecé
y caí de espaldas y en esa posición empecé a retroceder como podía, el miedo me
invadió como si fuera una parálisis, no podía hablar ni dejar de verla de la
perturbación que esa entidad había causado en mí, aun así, sin palabras y
observándola fijamente solo pude atinar a gritar y cerrar los ojos al sentir
que esa entidad me había tomado para seguramente arrastrarme a lo mas profundo
de la oscuridad.
Pero en ese momento el balbuceo
indescifrable que no lograba entender se transformaba en la mención de mi
nombre en un tono de voz que conocía, era mi hermano, quien asustado por mi
había ido a mi habitación alertado por mis gritos y tomándome del brazo para
levantarme preguntaba que había sucedió.
Después de levantarme y que Alex repitiera
la pregunta repliqué con mucha angustia y miedo- ¿Estas bromeando?, ¿acaso no
viste eso? – reparando Alex -¿Ver qué?- en un tono de extrañes y perturbación,
le respondí con bastante miedo y desesperación -¡A ese ser gigantesco que salió
del armario e intento arrastrarme a él!- al oír esta respuesta vi como Alex
cambio su expresión y en un tono de enojo exclamó -¡Estas muy grande para andar
imaginándote y asustándote por cosas que solo tú ves!- , le jure que no había
sido por mi imaginación que todo fue real o así lo sentí, pero solo replicó -No
mas con esos juegos, madura de una vez- al oír esto me perturbe aún más,
-¿acaso había sido solo yo quien había visto eso?- dije mentalmente pero me vi
interrumpido de mis pensamientos al Alex preguntar que quería de comer , sin
pensarlo mucho respondí -pizza- pero seguía pensando en si estaba loco o no.
En ese momento Alex bajó para pedir la
comida, por lo que al ver los hechos y seguir con algo de angustia decidí bajar
con el y dirigirme hacia la sala para distraerme un poco, ya que era un lugar
amplio con grandes ventanales que daban luz a pesar de la oscuridad del día.
Al llegar a la sala decidí acomodarme
en el sofá y prender el televisor. Estuve un rato viendo televisión y aunque
sentía ruidos bastantes extraños en las ventanas de la sala los asociaba a la
fuerte lluvia que no cesaba. En un punto empecé a sentirme observado pues mi
cuerpo empezó a sentir como si hubiese muchas miradas puestas sobre mí, sentía
incomodidad y mucho miedo y era ese miedo que no me dejaba girar a otro lado
que no fuera el televisor, me aterraba la idea de encontrarme con algo como lo
que había visto arriba.
Aun así, no pude resistirme y mi curiosidad por ver le gano al miedo, terrible error. Al voltear mi mirada hacia esas amplias ventanas pude observar no miles sino millones de entidades que me observaban a través de ellas, empecé a dar quejidos de miedo, pero desde el teléfono de la casa escuché a Alex pidiendo que me callara, el miedo me volvía a consumir, nunca me había sentido tan atemorizado no sabia que hacer y estaba a punto de darme algún paro cardiaco.
Así que cerré los ojos fuertemente y
empecé a rezar, pero escuche una voz que decía – Esos rezos no te ayudaran-, al
oír esto me escondí detrás del sofá y me quede privado ahí, no podía explicar
de dónde provenía esa voz y no sabia de quien era, como si mi mente la hubiera inventado,
pero yo estaba seguro de que no.
Después de oír esto y pensar que no
podía estar mas aterrorizado, escuche un fuerte estruendo y seguido de esto la
casa se posó en absoluta oscuridad, la lluvia había causado un apagón que indirectamente me puso a mi hermano y a mi junto a esas cosas en total
oscuridad.
En esa completa oscuridad escuché un susurro junto a algo que tenía una respiración muy lenta justo en mi oído derecho, como si me estuviera diciendo algo, gracias a dios no lo pude ver entre tanta oscuridad. La privación salió de mí y mi instinto de sobrevivir surgió, pegue un grito de mucho miedo el cual alerto a mi hermano y posterior a esto hui a la cocina, el mesón parecía un lugar seguro y había cosas con las que me podía defender si me atacaban o eso pensé.
Apenas llegue a la cocina escuche
ruidos en la sala, esa entidad se dio cuenta que escape y me estaba buscando o
tal vez a mi hermano, mi miedo aumento en ese momento y empecé a temer por mi
vida y la de él.
Al empezar a pensar en cómo podría
ayudar a mi hermano los ruidos en la sala cesaron y escuche como una voz muy
distorsionada y casi inhumana me decía -No voy a seguir tolerando tus juegos
absurdos, mejor iré por tu hermano al sótano, ¿entendiste?, quédate aquí y no
intentes nada estúpido.-, al oír esto me entumecí, no sabia porque mi hermano
estaba o iba hacia el sótano y tampoco sabía quién me estaba hablando, solo sé
que le iba a hacer daño y no podía permitirlo, estos pensamientos se vieron
detenidos cuando observe que esas entidades habían entrado a casa y que poco a
poco se acercaban rodeándome y vociferando -van a lastimar a tu hermano si no
lo ayudas ya.-
Retrocedí poco a poco con las manos
hacia atrás porque en plena oscuridad no sabía con qué me podía topar,
estrellándome con el mesón del lavaplatos y sintiendo al tacto de mi mano
derecha el mango de uno de los cuchillos mas filosos y grandes que teníamos, no
estaba seguro de si tomarlo y obedecer a las voces, pero decidí hacerlo con más
determinación cuando desde el sótano oí los gritos de Alexander.
Al tomar el cuchillo empecé a correr
lo más rápido que pude, pero el pasillo hacia la entrada del sótano se me hacía
infinito y más miedo sentía cuando en la oscuridad de la casa podía distinguir
como manos salían de las paredes para intentar detenerme. Cuando ya estaba por
llegar a la entrada y bajar al sótano vi a la entidad del armario, no completa,
solo sus ojos y sonrisa en esa inmensa oscuridad esperándome como si ya hubiera
acabado con mi hermano, porque a pesar de que lo llame varias veces no oía una
respuesta.
Entonces lleno de enojo, decidí tomar más impulso y llevarme a esa entidad por delante, cayendo con ella al final de las escaleras hacia el sótano, generando un estruendo gigantesco. Al caer quede aturdido y no podía ver muy bien por la oscuridad, aun así, note que la entidad había desaparecido.
Sentía sangre en la cara y la vista
algo borrosa, aun así, nunca solté el cuchillo, oí pasos hacia mí que provenían
desde el fondo del sótano, alegre pensé que era mi hermano, pero al llegar a mí
no lo era, una voz que no conocía decía -! Misael ¡- en repetidas ocasiones y
luego oía –¿y ahora que harás Misael? - con una voz de reto y cada vez más
distorsionada, y aunque no lo oía tan bien por lo aturdido de mis oídos sabia
completamente que no era mi hermano.
Desesperanzado porque no sabia si mi
hermano estaba bien y después de recuperarme un poco de lo aturdido que estaba,
logre distinguir que la entidad había vuelto acercándose esta vez mas y
mirándola directamente a la cara, aunque fuera inmensa y tuviera que mirar al
techo, le grite con ira - ¿¡ Qué le hiciste !? - después de gritarle esto
procedí a atacarla con toda mi ira, no iba a perdonar que hubiera lastimado a
mi hermano.
La ataque en varias ocasiones, pero
mucha las fallé o simplemente la rosaba, en un ataque la entidad perdió el
control y cayó de espaldas, así que sin duda alguna me le lancé encima para
darle el golpe definitivo, pero de un empujón me quitó de encima y con mucha
destreza y agilidad subió por las escaleras al primer piso, apenas vi esto no
dudé en ir detrás.
Cuando subí al primer piso y al notar la total oscuridad de la casa escuché un ruido en la cocina, pareciendo ahora que la entidad se escondía de mí, así que con un tono irónico vociferé - ¿Ahora eres tú quien me teme? - empezando a caminar hacia la cocina, pero a mitad de camino y quedando justo en paralelo a la puerta de salida de la casa, observe como miles de ojos se abrían en la oscuridad, dándome cuenta de que estos me rodeaban, aterrándome de solo verlos. Sentía que me iban a atacar, nunca me había sentido con tanto miedo y tan en peligro , no pude hacer nada, me paralice del profundo sentimiento de temor que de nuevo sentía.
Mientras esto acontecía oí un sonido
que se me hacía familiar, pero no logre reconocerlo, esto me distrajo, dándole
tiempo a la entidad de salir por la puerta principal hacia la calle. Saliendo
con todas mis fuerzas de esa parálisis de miedo la seguí, pero a esta abrir y
cruzar la puerta desapareció en un humo negro que después de dispersarse dio
paso a que pudiera ver a Alex abrazado a mis papás con una expresión de terror
en su rostro exclamando- paso otra vez mamá-, sintiéndome calmado pues mi
hermano estaba bien, no sabía en qué momento o como había salido, ni tampoco
sabía en qué momento habían llegado mis padres o a qué se refería con lo que
les dijo, pero logró salir bien y eso me daba paz.
Aun así, pensaba en mis adentros: - Solo porque el monstruo viva dentro de mi cabeza no significa que no sea real...hoy ha escapado… la próxima no lo hará. –
FIN
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